viernes, 26 de enero de 2018

Día 12. ¿honesto o pendejo?


Como asiduo cogedor de taxis que soy, a diario me instruyo con los seres que más conocen de política en mi ciudad, los taxistas; y por más intentos que yo haga para evadir del tema, conversando de clima, familia, e incluso romances… ¡Nada!, el tema de conversación con ellos siempre -e inminentemente- desemboca en lo mismo: ¡la situación política del país!. Y chuta, la soltura con que ellos abordan del tema es para dejar a cualquier estadista en el suelo. Claro, cada taxista tiene su propia visión del asunto, muchas veces con criterio y otras hablando piedras, a lo, “Bruto pero enérgico”, jejeje.
Pero lo interesante de mis pláticas con ellos es que, si bien la queja ante la corrupción es componente básico en sus postulados, hay una frasesita que recurrentemente escucho “Chuta, esas oportunidades son únicas en la vida,  si yo tuviera chance sí me fueraf llevando un millonsito siquiera y dejo asegurada a mi familiaf.”, y es interesantísima esa dicotomía: por un lado una fuerte crítica moral, y por otro la permisividad a beneficio propio. Entonces ¿quién es más corrupto, un político de mierda que se roba un millón o un taxista que adultera el taxímetro para cobrar más?...,  la respuesta es simple, en ambos casos el acto inmoral es idéntico, solo varía el tamaño y el ámbito; de ahí que no tiene nada de coherente juzgar los actos de corrupción de los de arriba cuando los de abajo a diario: sobornamos al chapa por el pico y placa; nos saltarnos colas; hacemos trámites por la izquierda, nos meamos en la calle, copiamos en los exámenes, compramos títulos, etcéeeeeeetera.

Por tanto, ¿Es tan difícil ser honestos?, !por su puesto que no!, lamentablemente nos han metido en la cabeza que el que es honesto es un pendejo, si no aprovechas robando ahora que tienes chance eres un pendejo… Entonces, ¿qué prefiero ser, honesto o pendejo?. ¡Yo mil veces Pendejo! ¡Pero un pendejo que hace lo correcto por la patria!.  En nosotros está el cambio. Nadie más que nosotros podrá sanear la situación. ¡Si quieres cambio, empieza por vos!. ¡Sé el cambio!.

Nota: Post dedicado a mi hijo.


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