Como asiduo cogedor de taxis que soy, a diario me
instruyo con los seres que más conocen de política en mi ciudad, los taxistas;
y por más intentos que yo haga para evadir del tema, conversando de clima, familia,
e incluso romances… ¡Nada!, el tema de conversación con ellos siempre -e
inminentemente- desemboca en lo mismo: ¡la situación política del país!. Y chuta,
la soltura con que ellos abordan del tema es para dejar a cualquier estadista en
el suelo. Claro, cada taxista tiene su propia visión del asunto, muchas veces
con criterio y otras hablando piedras, a lo, “Bruto pero enérgico”, jejeje.
Pero lo interesante de mis pláticas con ellos es que, si bien la queja ante
la corrupción es componente básico en sus postulados, hay una frasesita que
recurrentemente escucho “Chuta, esas oportunidades son únicas en la
vida, si yo tuviera chance sí me fueraf
llevando un millonsito siquiera y dejo asegurada a mi familiaf.”, y es interesantísima esa dicotomía:
por un lado una fuerte crítica moral, y por otro la permisividad a beneficio propio. Entonces ¿quién es más corrupto, un político de mierda que
se roba un millón o un taxista que adultera el taxímetro para cobrar más?..., la respuesta es simple, en ambos casos el acto inmoral es idéntico, solo varía el tamaño y el ámbito; de ahí que no tiene nada de
coherente juzgar los actos de corrupción de los de arriba cuando los
de abajo a diario: sobornamos al chapa por el pico y placa; nos saltarnos
colas; hacemos trámites por la izquierda, nos meamos en la calle, copiamos en
los exámenes, compramos títulos, etcéeeeeeetera.
Por tanto, ¿Es tan difícil ser honestos?, !por su puesto que
no!, lamentablemente nos han metido en la cabeza que el que es honesto es un
pendejo, si no aprovechas robando ahora que tienes chance eres un pendejo… Entonces, ¿qué
prefiero ser, honesto o pendejo?. ¡Yo mil veces Pendejo! ¡Pero un pendejo que
hace lo correcto por la patria!. En
nosotros está el cambio. Nadie más que nosotros podrá sanear la situación. ¡Si quieres cambio, empieza por vos!. ¡Sé el cambio!.
Nota: Post dedicado a mi hijo.
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