lunes, 25 de septiembre de 2017

Día 11. Ecuador está llenito de indios fieros.

Por motivo de la actual inestable situación económica/política/social que está viviendo Venezuela, ha sido inminente la migración de su gente a países que les ofrezcan un mejor panorama de vida; y, precisamente,  Ecuador  ha sido uno de los países solidarios que ha abierto sus puertas a quienes la situación a afectado; y, tal es la buena onda del Ecuador que incluso de forma extremadamente  bonachona, hasta hemos fingido que no pasa nada ante problemas que ésta migración ha generado, por ejemplo, la restricción laboral, pues seamos sinceros, actualmente cualquier empresario  prefiere mil veces contratar a un venezolano, pagándole un sueldo básico, que a un mancito de aquí mismo  que  muchas veces por el simple hecho de  haber ido a la universidad o incluso tener título de cuarto nivel ya no es competencia para la mano de obra venezolana... Mi duda ¿somos buenos o somos giles?.

Y bien, hace poquito tiempo, unos comentarios totalmente desatinados emitidos por un par de chicas venezolanas en contra de las costumbres y la pinta de los ecuatorianos, desataron una bomba atómica de resentimiento en todo el país, pues, por un lado es increíble y absurdo que se critique las costumbres de los que te están dando de comer, y, por otro, jugar a ser Dios evaluando la belleza  física de la gente, estigmatizándola con estupideces como  "toditos son indios fierísimos", ¡Absurdo total!. Pero bueno, lo realmente interesante acá, es que a parte de la deshubicación total de las dos taraditas en medio de la bondad local (mencionada en el párrafo anterior), fue interesante nuestra reacción de total rechazo a ser indios,  olvidándonos por completo  que provenimos de poblaciones indígenas, claro, unito que otro somos medio blanquitos, ¡pero por la mezclaf!...de ahí que allá afuera (donde la vida real transcurre), más que Smiths, Jhonsons, Bushs... abundan los Pilataxis, Toapantas, Pulupas, Tipantocatas, etc... ¿por qué? ¡porque somos eso!... tenemos una  herencia indígena bien marcada de la cual deberíamos estar orgullosos, ¡pero No!, hasta ahora afloran las múltiples taras mentales que quedaron como rezago de esa estúpida conquista española, que dejó bien impregnado en nuestro ADN que ser indio es malo, una deshonrra, un asco en definitiva....y, es una pena que ésto deje en evidencia que en pleno sigo 21 sigamos con limitaciones mentales que  dejen en claro porqué seguimos siendo parte del tercer mundo...porque negamos nuestro origen y repudiamos la valiosa herencia de la cual provenimos, y que por más que querramos no la podemos negar, así que ya va siendo horita de erradicar la actitud de:  ¡pegue nomás patrón...indio nomás soy!. Sudamérica está para mucho más. ¡Adelante!.

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