lunes, 24 de julio de 2017

Día 9 ¿Está de moda ser Gay?

ADVERTENCIA: El presente post para nada pretende ir en contra de las tendencias sexuales de nadie, simplemente es una recolección de situaciones vividas en Quito en torno al tema, que según yo debían contarse y debatirse.

Hace poco, en sábado, 6:30 en la madrugada (jejeje), mi hijo de tres años -y medio- me hizo aterrizar -y de hecho, bajarme al vuelo- del convoy del sueño en el que me hallaba. Su método de "despierte", terrible: "¡quiero pizza!". Claro, me hice el loco pues según yo, aún estaba oscurof y lo último que planeaba era pensar en el menú del día, pero, mi técnica de evasión al guagua, no surtió efecto en lo absoluto ya que mi bebé repitió la misma frasesita, mmm mas o menos unas tres cientas cuarenta y cinco veces. Me tocó balbucear un "bueno" para ver si el mencionado jovencito me dejaba dormir un poquito más.
Transcurrieron unas horitas (que para mi pasaron como en diez minutos) y eran ya las 8:30; abrí los ojos y a lo lejos le vi al guagua que me veía fijamente, y automáticamente un dejavu relacionado a pizzas vino a mi, no sabía muy bien de qué se trataba, sin embargo el guagua me refrescó la memoria con un tajante: "¡QUIERO PIZZA!".

Transcurrió el día, llego la hora del amuerzo, y era más que obvio qué es lo que ibamos a comer en ese día: "pizza". Así que fuimos a un local de pizza. Y todo se dio con la normalidad del caso. Nos tomaron la orden, por cierto, el mesero con un impecable cuidado de si mismo, que realmente llamaba la atención de todos y más aún de alguien como yo que entre mis hábitos de cuidado no están: el depilarme las cejas, maquillarme, pintarme el pelo, ondularme las pesatañas, etc... fue imposible no contarle a mi esposa una  neandertal broma sobre el aspecto del chico, haciendo referencia a que los machos reales usan jeans rotos, camisetas de Nirvana, etc.. Entonces, hasta que la pizza estuviera lista, empezamos a resolver los juegos que estan impresos en el individual, no con el objetivo de demostrar destrezas mentales  de politécnico sino  -como ha sido costumbre- ganarnos una porsión de pan de ajo.

Pasaron unos minutos y el mesero "alhajito", nos trajo las bebidas, y el pan de ajo. Continuó la tertulia familiar hasta que llegara la pizza, pero, tanto las bebidas como el pan de ajo se iban acabando ya que el pedido no llegaba. Me llamó la atención pues en dicho local nunca habíamos experimentado tardanza en el servicio.  Giré mi cabeza para ver si al resto de comenzales les ocurría lo mismo; habían mas o menos unas siete mesas  en torno a la nuestra,  y, ¡oh sorpresa!, ¡el tiempo se detuvo!, ¡se fue el audio!... parecía que estaba  en el set de filmación de película gringa "chistosa" ya que  salvo una mesa que estaba junto a la nuestra en la que estaba una familia, y, otra en la que estaban una pareja de ancianos con sus nietos, ¡Eramos la única mesa heterosexual del local!. La historia se repetía, tanto el look, los ademanes e incluso la entonación de voz del mesero estaba en los comenzales de las otras mesas. Claro, defiendo el que cada persona luche por su autenticidad en todo aspecto, pero esos patrones q se repetían en los clientes llamó mi atención, ojo, no por estupideces homofóbicas ni mucho menos, sino  que sentí la necesidad de escribir y contar esta historia, no como burla ni prejuicio, pues siempre he dicho que estoy en contra de que las personas que niegan su realidad  (y en ello se incluye su sexualidad), y me parece perfecto que cada vez exista más apertura por parte de los propios homosexuales y el mundo en general respecto al tema, pero tras ver tantos homosexuales  (de 15 - 18  años con patrones conductuales similares) en mi día a día en Quito, tengo una duda, ¿realmente estamos aceptando nuestra sexualidad y por ende estamos saliendo del closet viviendo una vida plena? o ¿simplemente es una moda que los jovenes están adoptando? y lo sé, mi cuestionamiento podría sonar absurdo, pues mucha gente no cambiaría su orientación sexual por algo tan trivial como la moda, pero al ver tanta influencia externa, por ejemplo muchas figuras que son idolatradas por los jóvenes, que han declarado abiertamente que son homosexuales y que en redes sociales muestran su salida del closet como el mayor acto de valentía,  y que al ser los mismos figuras "cool" a seguir de muchos jovenes que atraviezan por etapas críticas, donde, tanto la aprobación social y la influencia del entorno son fuertísimas, ¿podrían influir ésto en la orientación sexual de una persona?. No sé, pues en la viña del Señor he visto de todo, y como tal todo el posible pero es un cuestionamiento muy personal pues así como podemos ser influenciados en la forma de vestir, hablar, pensar, en incluso en  las drogas que usamos...¿será que tambien cuando eres joven tu sexualidad puede ser también influenciada por el entorno en el que vives?.







 

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